
Selva Negra un paraíso natural
Selva Negra se encuentra a 140 kilómetros al norte de Managua, en el departamento de Matagalpa.
Selva Negra es uno de los hoteles de montaña más antiguos de Nicaragua, donde el visitante entra en contacto directo con la naturaleza, en un ambiente tranquilo, lleno de verdor y olor a flores de pino, roble y café recién hecho.
Ese refugio eco turístico fue construido en 1975 por Eddy Khul y su esposa Mausi, quienes convirtieron esta finca de ganado y café en uno de los hoteles más conocidos y preferidos por turistas nacionales y extranjeros.
El clima fresco y nebuloso que aquí se disfruta durante el día es el mejor pretexto para darse una escapadita de la ciudad y regalarse un momento de relax en compañía de la novia, esposa o la familia.
Aquí se puede disfrutar de cabalgatas, caminatas en la montaña y del tour del café más completo de Nicaragua, que se anuncia “De la semilla a la taza”, durante el cual se conoce desde la preparación de la tierra orgánica, el cultivo de la semilla, el corte de la fruta roja, el beneficio húmedo y seco hasta el tostado y la degustación de esta deliciosa bebida. También se hace un tour de cacao.
Por la noche, una taza de chocolate caliente o un capuchino en la terraza del restaurante, frente la laguna natural, que tiene de fondo la montaña virgen, es un momento que dejará un recuerdo para toda la vida. Nada mejor que dormir con frío, pero bien cobijado en una de las acogedoras cabañas construidas en medio del bosque.
Selva Negra es una mezcla de café orgánico, finca sostenible y ofertas turísticas, donde se ofrece comida nicaragüense, vegetariana y alemana. Aquí la comida es saludable porque todo lo que se consume en el restaurante es hecho y cosechado en la finca, desde salchichas, queso, hortalizas, verduras, tubérculos, granos y frutas. Aquí también se crían pollos, cerdos, res y codornices para el deleite de los huéspedes.
Selva Negra Coffee Estate ha ganado el Premio a la Sostenibilidad de la Specialty Coffee Association of America (SCAA) en 2007 and 2008, el Premio Sempervirens en los ‘90s, y otros premios a la sostenibilidad.